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Breidamerjökull, una de las lenguas glaciares que descienden del Vatnajökull,
forma en su parte final la laguna de Jokulsarlon, que comunica por un estrecho rio de menos de 1 km con el mar.
Un servicio de botes permite navegar entre los icebergs que se desprenden del glaciar, acercándose al
frente del mismo, en medio de un paisaje majestuoso.
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La ceniza volcánica arrojada por las innumerables
erupciones en la zona, incluso debajo del mismo glaciar, tiñe de negro el color azulado del hielo.
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A lo largo del camino a Vik, somos capaces casi de tocar las lenguas glaciares que descienden del
Vatnajókull desde el autobús, y eso al lado del mar.
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Una granja con un peligroso compañero en las alturas.
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La iglesia de Vik.
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Las rocas de Reynisdrangar, donde anidan miles de frailecillos,
que apenas pudimos observar un rato para volver a la playa de Vik debido al pésimo estado de la mar.
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Skogafoss, una cascada de 60 m de altura, en el río Skogaa.
Las paredes cubiertas de un musgo intenso. Dicen las leyendas que el colonizador Þrasi,
en la época del asentamiento, escondió su armadura de oro tras la cortina de agua.
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Thingvellir, lugar sagrado donde se reunía durante siglos el Althingi, o parlamento
islandés, en el borde del lago Thingvallatn. En primer término, se ve parte de la fisura creada por
la separación de las placas tectónicas indoeuropea y americana, que se expande a razón de unos
2 cm cada año.
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Gullfoss, la cascada dorada, en el rio Hvita, una de las más visitadas
por los turistas, por su relativa cercanía a Reykjavik. Tiene una caída de 32 m en dos escalones,
y ha formado un cañon de 2,5 km y 70 m de profundidad.
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Los vapores de los geyseres esconden a los visitantes en el campo de Geysir. Hay referencias históricas
de que los geyseres de este lugar surgieron tras un terremoto en el sur de la isla en el año 1294.
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Cada 5 o 7 minutos, el geyser Strokur lanza su chorro de vapor. Mientras, a su lado,
el Gran Geysir, que dió nombre al lugar duerme desde hace muchos años.
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En Gullfoss acaba el asfalto y se inicia una de las pistas para vehículos
4x4 que cruzan el interior de Islandia hacia el Norte, solo practicable en verano. Va bordeando el glaciar
Langjökull, que aquí vemos, aunque confundido con el cielo cubierto de nubes,
tras las negras montañas de Jarlhetur. |
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